miércoles, 27 de enero de 2016

El camino hacia la felicidad en un puñado de libros





Hoy quiero ayudaros a sentiros mejor, a ser más felices, más conscientes, y lo voy a hacer de la misma manera que yo misma lo hago. Voy a recomendaros la lectura de algunos maravillosos libros que he encontrado en mi camino  y que, literalmente, me han dado la vida en momentos en que necesitaba ayuda. Los autores nos hablan a través de sus páginas como si los tuviésemos delante, o así es como yo lo vivo.

 Durante toda mi vida adulta, cada vez que algo me preocupa, necesito saber algo, quiero ampliar mis conocimientos sobre un tema determinado.., ahí aparece el libro adecuado que me ayuda de la manera más acertada que pudiera imaginar.Ya lo he dicho en otra ocasión: los libros me buscan.  A lo mejor oigo nombrar un autor en una conversación ajena a mí, capto la señal y me compro un libro suyo. De forma mágica, contiene la información que necesito en ese momento.




En otras ocasiones, voy por un centro comercial y paro en la zona de libros. Un título me llama la atención, leo de qué va, lo compro y .., voalá, de nuevo la información que necesito. Reconozco que también me ocurre con las películas que veo, pero como mi pasión es la lectura, tiendo a encontrar más respuestas por este medio.

Así que, como me dijo una de mis hermanas en una ocasión, 
¿ cómo es posible que siempre tenga el libro adecuado para cada situación de necesidad que vivo? No lo sé, o quizá sí, es posible que sea un ejercicio de co-creación en toda regla.

A mí me gusta mucho escribir, y respeto mucho a aquellos que dedican su vida a ello, siendo capaces de concretar en un libro ideas , ejercicios, narraciones e investigaciones tan interesantes.

 El primer libro que te recomiendo leer para levantar el ánimo es "Feliz porque sí", de Marci Shimoff. Este libro es una inyección de optimismo desde la primera a la última página. En la portada ya indica: "Siete pasos para alcanzar la felicidad desde el interior" . Nos muestra cómo alcanzar una felicidad duradera porque la merecemos, sólo por el hecho de haber nacido, y nos transmite las experiencias reales de personas que lo han conseguido en la vida real con unos sencillos métodos que ella recopila y pone a nuestra disposición.


Nos anima a construir nuestra Casa de la Felicidad siguiendo  unos sencillos pasos:


  1. Sé el dueño de tu felicidad.
  2. No te creas todo lo que piensas.
  3. Déjate llevar por el amor.
  4. Haz felices a tus células.
  5. Conéctate al espíritu,
  6. Vive con propósito.
  7. Cultiva las relaciones positivas.
La autora nos propone un plan de vida y aporta unos recursos que ayudan realmente a alcanzar la felicidad, partiendo de nuestro interior, no basándola en el exterior, como estamos acostumbrados a hacer.

"La construcción de tu Casa de la Felicidad comienza precisamente con ese importante primer paso : pones los cimientos al adueñarte  de tu felicidad; eso significa, en primer lugar, creer que puedes ser feliz, luego adquirir consciencia de los hábitos que suponen un obstáculo en tu camino y finalmente sustituir -de manera suave pero persistente- esos hábitos por otros nuevos, otras maneras de pensar, sentir y actuar que te sean más útiles."

Otra gran autora, María Jesús Álava Reyes, ha escrito "La inutilidad del sufrimiento. Claves para aprender a vivir de manera positiva " En él, la autora nos anima a no sufrir inútilmente, destacando que lo importante en nuestra vida son los pensamientos, no los acontecimientos. Esta es una pieza clave de nuestra felicidad que nos cuesta mucho entender, pues social y culturalmente nos han enseñado a echar la culpa a lo que pasa fuera de lo que sentimos dentro, cuando realmente es al revés. En nuestra vida se van a presentar las experiencias que nosotros creamos consciente o inconscientemente, porque las necesitamos para aprender una determinada lección y poder seguir avanzando como almas. Cuando se produce una circunstancia, lo importante no va a ser el hecho en sí, sino la reacción que  va a provocar en nosotros, precedida por los pensamientos que el hecho ha generado.




Nuestros pensamientos son los responsables de nuestras emociones, y si aprendemos a controlar nuestros pensamientos, controlaremos nuestra vida. Esto se puede probar fácilmente, y no hace falta ser espiritual para obtener buenos resultados.

En el pasado, nos enseñaron a sufrir, pero el poder está en el momento presente, que es un regalo para nosotros, porque es el que realmente nos posibilita tomar nuestro poder y dejar de sufrir sacando lo útil de todo lo que hemos vivido.Aprender a vivir nuestro presente sin los condicionamientos negativos de nuestro pasado, es realmente posible.

"La diferencia, lo que marca un cambio vital en nuestra existencia, es cuando conseguimos pasar de la reacción a la acción, cuando nos damos cuenta de que lo que sentimos depende, en gran medida, de lo que pensamos, no de lo que está pasando. Entonces asumimos que, de verdad, podemos controlar y provocar nuestras emociones, más allá de lo que nunca habíamos pensado. Podemos ser felices o infelices, colocando nuestro cerebro a nuestro favor o, por el contrario, poniéndolo en nuestra contra".

 Y respecto de la importancia de la no-reacción, el mejor libro que he leído es:" El poder de la Kabbalah. Tecnología para el alma" de Yehudá Berg. En el se nos enseña a cómo ganar el juego de la vida evitado reaccionar ante cualquier situación para así crear Luz.
Según Berg, existe una sabiduría capaz de unificar las leyes espirituales y físicas de la vida, y esta es la Kabbalah.




 "La Kabbalah puede respondernos a muchas preguntas, entre ellas:  cómo y por qué empezó el mundo, por qué volvemos una y otra vez a nuestros viejos hábitos negativos, por qué continuamos evitando aquellas actividades que sabemos que son beneficiosas para nuestras vidas y cómo podemos dar significado e infundir poder espiritual en cada momento de nuestra existencia".

La Kabbalah considera que estamos hechos de deseo, somos deseo en movimiento, y podría decirse que nuestro mayor deseo es la felicidad continua en todo momento , pero  todos los objetos de nuestros deseos son, en realidad, diferentes paquetes de satisfacción, que se resumen en la palabra Luz ,que sugiere los distintos "colores" de felicidad que las personas desean para sus vidas.  Todas y cada una  de las formas concebibles  de satisfacción y placer  que puede anhelar un alma están contenidas dentro de la Luz, la cual contiene además la fuerza de la intuición, que es la magia que atrae a nuestras vidas la gente adecuada y las oportunidades ideales.

Esas leyes espirituales a  que he hecho referencia, están magníficamente mostradas en el libro: "Las 36 leyes espirituales de la vida" de Diana Cooper. De una manera amena e interesante nos muestra las leyes que nadie nos enseña en el colegio, porque  no son físicas, y no pueden verse o medirse. Sin embargo, son esenciales para nuestra vida y para alcanzar el nivel de felicidad y comprensión que merecemos.Un ejemplo de ellas son:
  • Como es arriba, así es abajo.
  • La Ley de la Atracción.
  • La Ley del Reflejo. 
  • La Ley de la Abundancia.
  • La Ley de la Intención.
  • La Ley de la Manifestación.
  • La Ley del Karma.
  • La Ley de la Meditación.
  • La Ley de la Gratitud.
Y así hasta 36. El conocimiento nos hace poderosos, y eso no interesa a nuestros dirigentes. Si estamos tristes y temerosos, somos más manejables. Pero el saber que lo que nos ocurre obedece a unas leyes concretas, las cuales podemos manejar a nuestro favor, nos pone en el camino de la auténtica felicidad.




Esta lista sería interminable, pero no quiero despedirme sin recomendar la lectura de "El poder de la intención. Aprende a usar tu intención para construir una vida plena y feliz", del Dr. Wayne W: Dyer, uno de mis escritores favoritos. 



El autor nos anima a poner la intención en funcionamiento, respetándonos a nosotros mismos en cada momento, viviendo la vida con propósito,siendo pacíficos en nuestras relaciones, atrayendo la abundancia a nuestras vidas ( de todo tipo, no sólo material), llevar una vida libre de estrés, atrayendo relaciones positivas, optimizando nuestra capacidad para sanarnos y valorándonos por lo que somos.

Para alcanzar dicha intención, establece cuatro etapas: 
  1.  Disciplina.
  2. Sabiduría.
  3. Amor.
  4. Entrega.
El camino para alcanzarlo es la eliminación del ego, que ya nos han estado recomendado los sabios orientales desde hace milenios.




Me despido de vosotros con unas sabias palabras  de Anthony de Mello, s.j. en su libro "El canto del pájaro", para todos aquellos que argumenten que no tienen tiempo para leer:

PARÁBOLA SOBRE LA VIDA MODERNA

"Los animales se reunieron en asamblea y
comenzaron a quejarse de que los humanos
no hacían más que quitarles cosas.

"Se llevan mi leche" dijo la vaca.
"Se llevan mis huevos", dijo la gallina.
"Se llevan mi carne y mi tocino" dijo el cerdo.
 "Me persiguen para llevarse mi grasa", dijo la ballena.

Y así sucesivamente.

Por fin habló el caracol: "Yo tengo algo 
que les gustaría tener más que cualquier
otra cosa, algo que ciertamente
me arrebatarían si pudieran: TIEMPO".

Tienes todo el tiempo del mundo Sólo hace falta que quieras tomártelo ¿Qué te detiene?"

No te detengas.Comienza hoy mismo, en este instante, el camino hacia tu propia felicidad.

Namaste 

viernes, 22 de enero de 2016

El triunfo del Bien sobre el Mal






Estamos viviendo un momento histórico, a todos los niveles:


  • A nivel político, observamos cómo se está produciendo un cambio general hacia posiciones de diálogo y al surgimiento de gobiernos no dictatoriales, con derrocamiento de los que sí lo son. Se pretende que la ciudadanía participe más en los gobiernos y se establezcan leyes justas que no sean impuestas por gobiernos más o menos autoritarios. Las naciones que aún viven bajo gobiernos dictatoriales, veremos cómo van cambiando de rumbo según pase el tiempo. A su vez, se entiende que vivimos en un mundo globalizado y que los problemas afectan a todos por igual, por ello se trabaja el medio ambiente, la economía, los problemas religiosos, etc., haciendo un frente común contra aquello que amenace el equilibrio y el orden mundial. Las labores diplomáticas son ahora más importantes que nunca, pues se intenta evitar por todos los medios el enfrentamiento, que sólo acarrea dolor y pérdidas humanas de manera absurda. Las guerras  que nos han precedido, sobre todo las del pasado siglo XX, nos han mostrado la cara más cruel del  ser humano, y no deseamos volver a encontrarnos con ella.
  • A nivel social, hay una mayor conciencia de ayuda a los demás, de compartir lo que se tiene, de ser solidario y de no abusar del otro, mucho menos arrebatarle la vida. En líneas generales, el ser humano ha evolucionado en su nivel de conciencia, y gracias a los medios de comunicación tiene las herramientas para informarse de las injusticias de su mundo y poner los medios que estén a su alcance para evitar su avance. Hay más compasión y se tolera menos la brutalidad y la crueldad. Se intenta buscar la felicidad como un bien merecido por el hombre como raza, después de siglos de luchas. Además, ya no se persigue al que intenta llevar una vida espiritual, al que tiene ideas diferentes a las de la religión establecida, hay un acercamiento entre todas las religiones y creencias, hay un respeto hacia las creencias del otro porque el propio ego ya no necesita sentirse en posesión de la verdad absoluta. Entendemos que todos cabemos en el planeta con nuestras creencias, porque provienen de la cultura y la familia en que hemos crecido, surgiendo así las ciudades y los países multiculturales que hace unas décadas no exístian.
  • A nivel económico, todos dependemos de todos, y nuestros gobernantes lo tienen muy claro, por ello trabajan para encontrar soluciones a los problemas que nos afectan a nivel global ( paro, creación de leyes, ...) . Se comparten los nuevos descubrimientos e ideas en foros con participantes de múltiples países, y así conducir a todo el planeta a una ganancia económica global. Se pretende que el mayor número de personas del planeta viva en un estado de bienestar y avance hacia su empoderamiento abandonando el estado de supervivencia.



Sé que a algunos lectores les ha parecido un conjunto de argumentos poco real, que no se ajusta a la situación mundial que estamos viviendo, pero es que no todo es lo que parece...
Cuando nuestra casa se ha ido ensuciando con el paso del tiempo, debido a nuestra negligencia, a no estar de acuerdo con el resto de personas que la ocupan sobre quién tiene que limpiar tal o cual estancia, a nuestra falta de tiempo o a la falta de recursos para que esté tan agradablemente amueblada y decorada que nos encante estar en ella...llega un momento en que hemos de tomar una decisión:  hacer limpieza a fondo o abandonar la casa. Al comenzar a limpiar, que es la decisión que como humano hemos decidido para nuestro planeta, se crea un caos tan grande que nos preguntamos por qué rayos habremos empezado a removerlo todo y a levantar tanto polvo. Realmente no imaginábamos que hubiese tanta suciedad, alguna tan difícil de desincrustar.
En ese punto nos encontramos ahora en nuestro planeta Tierra. Después de siglos de maltrato al que es nuestro hogar natural, hemos empezado a respetarlo, a dedicar tiempo de investigación para descubrir cómo ayudarlo a mejorar aquello que hemos estropeado, y cuanto más investigamos, más datos de porquería encontramos. Y ante los datos y las situación tan abrumadora que se plantea a nivel social, económico y político , pues descubrimos los terribles abusos que han cometido los poderosos del planeta, nos vemos abocados a creer que esto es el fin, que el planeta nunca ha estado peor. Los medios de comunicación, además, así nos  presenta el panorama, alimentando nuestra necesidad de polémica en nuestra vida.

Sin embargo, algo muy importante está ocurriendo: el ser humano está cambiando de vibración, tiene una vibración más alta, y por ello no necesita ya ni ser controlado ni llenar su mente de drama. Por ello, muchas personas comienzan a pensar por ellas mismas, crean nuevos partidos políticos, se atreven a decir lo que piensan y huyen de programas e informativos que sólo alimentan el morbo.
Muchas personas empiezan a vivir al margen de las noticias agoreras. Viven suficientemente informados, sobre todo por Internet, que nos informa de todo lo que necesitamos y deseamos saber, no lo que nuestros poderosos quieren que sepamos a través de sus canales de televisión, sus películas de cine o sus anuncios, entre otras formas sutiles de tenernos sometidos a su voluntad.
Los más poderosos tienen miedo de desaparecer, por no tener a quién influir y subyugar, así que emiten constantemente mensajes de miedo para que nos debilitemos ante la duda y el temor, pero el proceso ha comenzado y ya no hay marcha atrás. El planeta está cambiando, porque Gaia está unida a la conciencia humana, formando un maravillosos conjunto que ha decidido seguir adelante.
Como resultado de este proceso, ha surgido una fuerza oscura que aglutina a seres de todos el planeta  e intenta sembrar el miedo por medio de ataques terroristas . Pero fijaos que nos atacan a todos, porque ya somos para ellos un enemigo común: el conjunto de humanos que ya no cree en la guerra ni en las diferencias religiosas. Por ello, aunque se amparen en la religión para atacar el estado de bienestar, no es cierto, es una pura lucha del Mal contra el Bien, y viceversa. De hecho, las reacciones  a los atentados más crueles no están siendo ni de persecución a los miembros de la raza atacante ni de ataque a los familiares de los presuntos asesinos. Hace décadas, la reacción habría sido muy violenta, muy diferente, y fijaos ahora, qué diferente está siendo.
Hay más compasión, más empatía, más lógica al analizar los mensajes de los medios. Nos dejamos influir menos por la noticia negativa y vamos hacia adelante con nuestra propia fuerza positiva de compasión y de ayuda al necesitado.
No te dejes engañar. Analiza.Infórmate. Compara. Y descubre la nueva realidad que algunos, muy pocos en comparación con el conjunto, no quieren que veas.
El Bien está venciendo al Mal, con mayúsculas, y éste se resiste a desaparecer por eso hace tanto ruido, pero su fin está cerca, y tú vas a ser testigo de ello. Las diferencias seguirán existiendo, porque son parte de la condición humana, pero conoceremos un planeta Tierra sin guerras ni conflictos, trabajando por el bien común. Y todo ello en poco, muy poco tiempo...