Reconecta con tu interior. Busca tu verdad. Amplía tu horizonte para renovarte y conocer que tu verdad te hará libre.
La verdad no es absoluta. Tú conoces tu verdad, que es diferente a las verdades de otros, y ese camino es tu camino de salvación.
Sigues un camino equivocado cuando te dejas llevar por lo que otros determinan que ha de ser tu verdad.
Crean una verdad absoluta para que los corazones se anulen en el proceso y sólo quede un fantasma de lo que podrías haber sido.
Valora la distancia que te separa de la felicidad, de la dicha, por seguir el camino equivocado, el que te marcan otros.
Discierne que que tu verdad no puede ser compartida, porque tú eres único, y lo que a ti te vale, no le sirve a otros, y viceversa.
No te sientas ofendido por no seguir el camino de los que admiras.
Es tu ego el que siente envidia. Tu alma está libre de celos, porque sabe cuál es su camino y no duda en cuáles son los pasos a dar.
Relájate.
Disfruta de las vistas mientras recorres tu camino, el camino hacia tu verdad. No intentes dirigir el proceso.
Déjate guiar por las palabras que surgen del corazón y que son la antesala de tu alma.
Ella es sabia y conoce lo mejor para ti, como ser único que fuiste creado con un potencial y un amor infinitos.
No te cierres a tu propio crecimiento espiritual. Vive tu verdad, como si cada día fuese el último. Lo que quede por hacer, ya seguirás haciéndolo en tu próxima vida.
Ahora es el momento de recoger los frutos de esta encarnación, y según caminas por el sendero de tu verdad, vas creando nuevas experiencias que te ayudan a cumplir tu destino, que no es más que el engrandecimiento de tu propia alma.
Y así es.
