CANALIZACIÓN 17 de
septiembre de 2014
Estamos profundamente agradecidos por esta oportunidad para
expresarnos. Somos los ángeles Uriel y Zadquiel. A través de este canal humano deseamos
expresar al mundo que habita en el planeta Tierra nuestro profundo pesar por
los acontecimientos que se avecinan.
La mente humana no está preparada en su totalidad para
asimilar los cambios venideros. Esto va a ser fuente de sufrimiento para muchos
seres humanos.
Nosotros, como energía divina del sexto
y séptimo rayo, nos ofrecemos para ayudaros a sobrellevar estos
momentos.
Nuestro canal está pensando, muy acertadamente, que no toda
la humanidad está desprotegida ante estos acontecimientos, y es muy real. Una
gran cantidad de humanos han estado trabajando durante varias vidas para llegar
al estado actual de conciencia que les permite adelantarse a los
acontecimientos y tener así una visión más amplia de lo que está por venir.
Estos seres han encarnado en la actualidad para servir de puente entre las dos
realidades simultáneas que van a vivirse en este planeta, pues habrá seres que
habrán de marchar para continuar su evolución en otras dimensiones, incluso
planetas, mientras otros quedarán aquí, en una tierra transformada y ascendida.
Algunos temen que sus seres queridos queden atrás, pero han
de entender que todo aquello que resuene en una alta frecuencia tendrá la capacidad de “contagiar” a lo que
resuene, aunque sea en poca medida, con ellos. Así que, allí donde se encuentre
un trabajador de la Luz, tendrá la capacidad de arrastrar con él a todos los
seres de frecuencias similares a la suya. En una escala del uno al siete, donde
los iluminados se encuentran en la 7, un trabajador de la luz puede influir
hasta las frecuencias por encima de tres. Los seres de baja frecuencia, que
resuenan por debajo del nivel tres, no serán conscientes siquiera de lo que
estará ocurriendo a su alrededor, porque no son capaces de ver más que aquello
que su mente está creando en ese momento, y que está imbuido, principalmente,
de bajas pasiones, como odio, ira, codicia, egoísmo, etc.
Nuestro mensaje es este: Invocando la fuerza de nuestro rayo, el rayo dorado rojo rubí del
ángel Uriel y el violeta del ángel Zadquiel, meditando en estos tonos con la
intención de proteger al planeta, ayudaréis a aliviar el proceso, a que las
almas que han de marchar lo hagan de forma menos violenta, de manera más
pacífica.
Nos despedimos dándoos las gracias por vuestra comprensión y
sabedores de que a todos espera un maravilloso devenir, pues la vida en este y
otros planetas , va a sufrir un gran cambio y éste va a llevar a muchas almas
hacia un gran crecimiento, motivo por el cual han sido creadas.
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