Reiki es un sistema de curación por imposición de
las manos, sencillo y muy potente, al alcance de cualquier ser humano.
La palabra Reiki significa, traducida del japonés,
energía vital (ki), inagotable (rei)
.
.
Los cuerpos vivientes irradian calor y energía.
Esta energía es la fuerza vital, una energía de tipo eléctrico que configura el
organismo y determina su estado de salud. Cuando ki se separa del organismo
viviente, la vida abandona a éste. Pero ki también es la fuerza vital esencial
de Gaia, el planeta Tierra, así como de todos los planetas y componentes de las
galaxias. Todo lo que tiene vida, tiene ki y lo irradia, constituyendo la
energía biomágnética que denominamos aura.
Los seres humanos estamos formados por unos canales
por donde circula dicha energía, y cuando recibimos los alineamientos Reiki de
manos de un terapeuta, se desbloquean dichos canales y permiten el paso de ki
de una manera muy fluida, ayudando a aumentar la cantidad de energía que irradiamos.
La capacidad de captación de dicha energía aumenta, mejorando el propio estado
, y además participa de la fuente de ki universal. Para describir dicha
fuente sirve cualquier denominación que
escojamos (Dios, Diosa, Yo Superior, Universo,…), intentamos eliminar todo
matiz religioso, pues Reiki no forma parte de ninguna religión, pues esa
energía vital es la fuente de la vida misma, y muy anterior, como realidad y
como concepto, a cualquier sistema filosófico o religioso.
Con el primer alineamiento de Reiki el receptor se
convierte en un canal de esta energía curativa universal. Con sólo colocar sus
manos sobre sí mismo o sobre otra persona, la energía empezará a fluir
automáticamente. Al ponerle en contacto directo con la fuente, aumenta su
propia energía, le aporta curación y le confiere el poder de sanar a otras
personas sin agotar las propias reservas.
Los alineamientos se administran de uno en uno y
constituyen la transmisión de un poder mágico. Las sensaciones recibidas son
diferentes en cada persona, percibiéndose colores, imágenes e incluso la
revisión de vidas anteriores, con sentimientos de paz , de amor y de añoranza
de haber estado conectados con Reiki en vidas anteriores.
Cuando coloques las manos para sanar, notarás la
característica sensación de calor que irradia de ellas, detectando entonces
cuál es tu mano maestra, pues la intensidad de la irradiación será mayor que en
su compañera.
A partir de ese momento, la persona que ha recibido
el alineamiento es terapeuta Reiki y es
consciente de que posee unas facultades que le eran desconocidas. Realmente lo
que ha ocurrido es que se ha abierto, se
ha puesto en sintonía a la persona con lo que ya estaba en su interior.
Para practicar Reiki I, II o III, es indispensable
haber recibido personalmente los
alineamientos de manos de un maestro o maestra que también los haya recibido
anteriormente.
Reiki no es posesión de nadie y debe intentar hacerse asequible a todos, pues
Reiki es amor, y en estos tiempos de crisis planetaria necesitamos todo el amor
que sea posible conseguir para ayudar al planeta.
Mikao Usui. Fundador del sistema Reiki Tradicional
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