viernes, 11 de noviembre de 2016

Canalizando a mi guía


Resultado de imagen de Ostara

Resultado de imagen de Ostara

El otro día iba andando a trabajar, y como tantas mañanas, utilicé la intención para contactar con uno de los guías que más me acompañan en este momento. Es Ostara. Está conmigo desde la pasada Semana Santa, cuando tuve una de mis crisis profesionales en que intento salir corriendo del mundo de la Educación y refugiarme en lo que más me gusta: escribir, meditar y dar masajes energéticos a otras personas.

Cuando me prometí a mí misma que iba a dejar de luchar por una profesión que me había gustado siempre tanto y a la que había llegado con gran vocación, aparecieron las sincronicidades.

Primero apareció una persona, dueña de una tienda, que iba a lanzarme de lleno en la publicación de mi libro, que llevaba doce años sin atreverme a mostrar a la luz.

¿Cómo es posible que una desconocida te anime a hacer algo que llevas dudando durante tanto tiempo y no te decides a hacer?

Como he dicho, las sincronicidades son lo que son, y no son casualidades ni nada que ocurra al azar. Las personas y los hechos aparecen y ocurren en el momento exacto en que tienen que hacerlo. En este casos, además, descubrimos que nuestras almas habían estado unidas en vidas anteriores por lazos muy estrechos, nada menos que por una relación madre-hija...increíble, ¿verdad?

Pero no fue eso lo único que ocurrió. Pasadas las vacaciones, al volver al trabajo, todo había cambiado. Las malas energías con el Equipo Directivo habían desaparecido. Los problemas que casi me habían convencido de tirar la toalla, desaparecieron como por arte de magia. Mis compañeros no daban crédito, pero así era. 

¿Qué había ocurrido? mi mente había cambiado. Se había reseteado. Había empezado desde cero.

Sentía que el mundo era amable. Mis facciones se relajaron y comencé a mostrar una sonrisa a todo...y el mundo me respondió con una sonrisa allí donde miraba.

Unos días antes de incorporarme al trabajo, bajo la ducha, oí una voz: "Elena. Soy Ostara, tu guía" 

La veo perfectamente, mientras el agua me cae por la cara. Es rubia, de ojos grandes y lleva un vestido banco con flores en la cabeza en forma de corona: "Estoy contigo porque estás preparada para dar el salto . Te encuentras al borde del trampolín  de tu vida, a punto de saltar, de dejar tu antigua vida y entrar en una nueva, llena de oportunidades. Te espera el fluir de la vida, como el río que es, con grandes oportunidades listas para ser pescadas. Tienes mucho por hacer y una misión que cumplir que va a ayudar a muchos seres a avanzar. Voy a ayudarte a utilizar tu mente a tu favor. Deja de sabotearte. Si lo haces, frenarás el cambio. Estás a punto de saltar, y no puedes permitir que nada te frene. Eres especialista en luchar contra tus miedos, así que dile un NO  a los pensamientos limitantes que te infunden miedo. Estoy contigo porque así me lo han pedido, para recordarte tu fuerza y tu potencial, y lo importante que es tu misión. No tengo que hacer nada. Sólo estar. Te escucharé y te responderé cuando me hagas preguntas, pero el trabajo es tuyo. Creo tanto en ti que por eso he venido ."

Salí de la ducha un tanto asombrada. No es la primera vez que canalizo a mis guías, pero hacía mucho que no lo hacía, y desde luego nunca me había ocurrido bajo el agua, sino en estado meditativo y en condiciones adecuadas para ello. 

Rápidamente, le dije a mi hija que buscara en Internet quién era Ostara, y encontró que es una especie de diosa anglosajona de la Primavera ( yo he nacido en esa estación, y es la que más me gusta) , que se relaciona con la Pascua ( que acabábamos de pasar) y gobierna el mes de abril ( mes en que nací). Ahora sí que teníamos la boca abierta las do por el asombro.

Resultado de imagen de Ostara

Busco más información y encuentro un mensaje: "Comienza a cristalizar y tomar forma una idea o situación". Y así fue. Me puse en contacto con una editorial y comenzó el proceso de maquetación y publicación de mi libro. Sin miedos. Todas las sombras que me habían acompañado durante esos años de mi libro guardado en un cajón y del que siempre hablaba con nostalgia a alguien, desaparecieron. 

Me hizo una ilusión tremenda escoger la portada, y el resultado me gustó mucho, la verdad.

El día de la presentación fue uno de los más felices de mi vida, y la dueña de la tienda que me animó a dar el gran paso, accedió a  introducir la misma.

Como ya esperaba, su pequeño discurso fue un regalo: amor, luz y cariño en un puñado de palabras muy bien escogidas.

La sorpresa fue que Ostara, efectivamente, estaba ahí cada vez que la llamaba. Y sigue estando. Siempre que le doy las gracias me dice:
"Gracias a ti. Tú eres Yo y Yo soy Tú. Somos la unidad. Tu intención es la que da lugar a la comunicación. Si tú no estuvieses dispuesta a escuchar, nada ocurriría. Soy tus propias palabras saliendo de mi boca, porque formo parte de ti. Tú eres muy sabia, y a través de tus preguntas te respondes a ti misma".

Y así me encuentro diariamente yendo a trabajar andando y hablando mentalmente con mi rubia preferida. A veces me sorprende  con las respuestas que recibo, pues son totalmente inesperadas para mí. Si tengo una duda entre dos opciones, a veces me sorprende con la  que menos pensaba  considerar, y sus argumentos son tan convincentes que no puedo más que darle las gracias por abrirme los ojos. Sin embargo, vuelve a responderme que me he respondido yo misma. Y así debe ser...

Lo cierto es que me siento siempre acompañada y que agradezco mucho la ayuda de mis guías que tantas veces me han ayudado a ver la luz cuando sólo veía oscuridad. En el libro cuento otras experiencias, que claro, al principio tomaba por alucinaciones, pero es muy real que somos mucho más que el cuerpo físico que somos, que tenemos la capacidad de conectar con nuestro Yo Divino y que somos dioses, capaces de transformar el mundo allá por donde vamos, aunque sea ese trabajo al que creemos que vamos equivocadamente porque tendríamos que estar en otro sitio "mejor".

Donde estamos es el sitio y la circunstancia  que tenemos que vivir ese momento preciso y aprender la lección que necesitamos aprender para evolucionar como almas. Si no lo aprendemos ,se nos presentarán situaciones similares una y otra vez, hasta que lo consigamos. Y una vez superada la lección, pasamos a aprender otras, pues a eso hemos venido, a aprender a ser mejores, a sacar a la luz el Dios que llevamos dentro para que brille e ilumine todo este maravilloso mundo que nos ha sido regalado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario