jueves, 23 de abril de 2020

Meditación de Alta Vibración del 23-4-20



Ayer impartí mi primera sesión de Mindfulness online. Hablamos sobre la felicidad y les comentaba a las asistentes que la felicidad depende principalmente de instalar en nuestra mente pensamientos positivos en todo momento y en tener un propósito en la vida.

Los pensamientos positivos se adhieren a nuestra mente muy difícilmente. Es como si se apoyaran en una superficie de teflón y resbalaran. Por eso hemos de practicar y practicar sobre los mismos pensamientos una y otra vez. 
Los pensamientos negativos, sin embargo, se van a agarrar con fuerza a nosotros, como si tuvieran velcro. Además. como atraen otros pensamientos de la misma baja energía, en un momento podemos sentirnos completamente hundidos, bañados en una mar de emociones negativas que seguramente se han remontado a nuestra infancia buscando con esmero todo tipo de situaciones que se asemejen a la que ahora nos preocupa.

Por ello, es esencial entrenar a nuestra conciencia para captar los pensamientos negativos e inmediatamente , después de observarlos y dejarlos ir, sin luchar contra ellos ni resistirnos, introducir recursos mentales que atraigan pensamientos de alta vibración. Ahí es donde entra la Autocompasión, de la que también hablamos ayer, que consiste en darnos el mismo trato amable que le daríamos a cualquier otra persona que estuviese sufriendo y a quien deseáramos ayudar a aliviar dicho sufrimiento.  El problema es que cuando se trata de nosotros mismos suele costarnos más. Nuestras creencias nos impiden no sentirnos culpables cuando algo que dependía de nosotros ( o incluso ni no era el caso) ha salido mal.

La autoreflexión, la interiorización, el conocer cómo nos tratamos y el reconciliarnos con nosotros mismos nos puede llevar hacia la felicidad duradera, intentando llevar una vida llena de buenos pensamientos, hacia nosotros y hacia los demás, aceptando lo que ocurre a cada instante, no juzgando y mostrando paciencia. 

Pero también necesitamos tener un propósito en la vida. Cuando hay falta de propósito, el deseo de vivir desaparece, nuestra energía va menguando y podemos llegar a caer enfermos o incluso morir.

Los propósitos son variados, puedes tener uno principal y otros pequeños propósitos que van surgiendo a lo largo del camino. Lo importante es la esperanza que dan y el deseo de avanzar que provocan.

Si no eres consciente de cuál es tu propósito en la vida, realiza esta meditación. Te ayudará a que veas con claridad qué fuerza te empuja a seguir adelante, qué energía te mueve día a día para seguir andando tu camino de vida:



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