Meditación para Equilibrar las Emociones del 15-4-20

Hoy deseo hablarte del poder de las emociones. Una de las claves de la felicidad, que en la teoría suena muy fácil pero realmente es muy difícil de realizar, consiste en dejar de colocar tu valía y tu poder personal fuera de ti. Es difícil porque se nos educa para depender del exterior, para no confiar en nosotros, y es muy   difícil encontrar adultos que hablen a niños a su cargo del poder que hay en su interior, de la confianza que han de cultivar en sus decisiones , habilidades y creencias propias... o al menos así ha sido hasta ahora. Con el nuevo nivel de conciencia que está alcanzando la Humanidad, esperemos que ya haya empezado a cambiar. Pero mientras tanto, todos los adultos que recibimos ese tipo de educación  ( no sólo en las familias, sino en la escuela, la Universidad, en los libros que hemos leído, las películas que hemos visto,...) estamos "tocados" emocionalmente hablando.

Para solucionar este estado general del ser humano, herido, insatisfecho, deprimido, han surgido muchas terapias psicológicas, filosofías, creencias, técnicas ( entre ellas la Meditación) que no han llegado a toda la población, pero que aquellos que lo han probado dan fe de sus buenos resultados. Y es que al ser humano nos gusta complicarnos la existencia. La solución es tan fácil como volcar la mirada hacia uno mismo, dejar de compararse con el exterior y sentirse agradecido por lo que uno ES. Sin embargo tendemos a sentirnos culpables, abochornarnos por nuestros actos, juzgarnos duramente por ello y no perdonarnos.

Por lo general,  nuestra vida sentimental ( de los sentimientos hacia todo) se muestra caótica. En un momento estamos llenos de júbilo y al poco tiempo estamos totalmente afligidos. Nos sentimos como un "balón de los sentimientos". Nos cruzamos con determinadas personas y nuestro ánimo sube hasta el cielo o cae en picado hasta lo más profundo del abismo. Nuestros sentimientos parecen depender del exterior sin darnos cuenta de que realmente dependen de nuestro interior . Sólo tú generas tus sentimientos . Tu ego los dirige, pero nada ni nadie del exterior lo hace.

La meditación es una ayuda poderosa mientras andamos el camino:

Comienza a observarte y a preguntarte de dónde provienen tus sentimientos,  qué los desencadena. Conviértete en observador y crea situaciones ficticias que fomenten uno u otro sentimiento y comprobarás que todo depende de ti. Lo importante no es lo que te ocurre ( en el exterior) sino cómo reaccionas a lo que te ocurre. Las emociones son fáciles de crear y dirigir, el baño alterno de sentimientos al que nos sometemos  ataca al sistema nervioso, sin embargo, y a veces tiene que pasar tiempo hasta que volvemos a equilibrarnos. De ahí la importancia de ser consciente y aprender a dominar  los propios sentimientos  si quieres progresar en el camino hacia tu propia evolución . Las emociones son como postes indicadores, nada más y nada menos. Tu conciencia es la que realmente dirige la situación en el momento en que te conviertes en observador de todo lo que acontece en tu vida. Y ese es el verdadero camino hacia la sabiduría.

Bibliografía consultada: La fuerza divina de los ángeles, Jeanne Ruland. Ed. Edaf.