Esto no es el fin, es un nuevo comienzo

Si alguna vez sentiste que la vida era un continuo, que nada podía cambiar, que eras afortunado porque tenías un trabajo estable y tu día a día era una rutina cómoda de la que no te apetecía salir, esta crisis ha venido a sacudirte, a despertarte, a animarte a aceptar los cambios en tu vida. A partir de ahora, recordarás para siempre que el agua de un río no puede quedar estancada, porque entonces la vida en él se acaba, se estanca y empieza a oler de forma desagradable.

 Para que tu vida tenga sentido, para que recuperes la alegría de vivir, el Universo te recuerda que todo fluye, que nada permanece nunca igual. Y para que entiendas que tú como alma vives muchas vidas y muchas experiencias, que tienes un cometido de cumplir, unos objetivos que lograr,  están apareciendo ante ti  múltiples mensajes.

Cuando el alumno está preparado, aparece el Maestro, y este puede venir disfrazado de muchas formas: el consejo de un amigo, la frase escrita en un texto, la película que viste ayer, el anuncio que te recuerda algo que ya sabías pero habías olvidado...

A pesar de todo, muy a pesar de todo, agradece a esta crisis el encuentro que has tenido contigo mismo, la ocasión para parar y observar cómo estabas gestionando tu vida hasta ahora, la oportunidad de valorar todo lo que antes tenías de forma sencilla y que ahora ha desaparecido como por arte de magia.

Recógete en esta Semana Santa, aunque nunca hayas sido muy religioso, y agradece este momento lleno de oportunidades, y cuando la puerta de tu casa se abra y puedas volver a salir a la calle y pasear por tu ciudad, tu pueblo... sin pensar a quién vas a contagiar o quién te contagiará a ti, recuerda lo que pudo haber sido y lo que sin embargo ha ocurrido. Porque esta crisis tiene varios caminos de salida, pero los seres humanos vamos a tener la fuerza necesaria para que al final de todo no reine el caos. Confiando en que cada pieza encajará en su sitio a todos los niveles avanzaremos confiados hacia nuestro futuro individual y colectivo. Confiando en que la misma luz que se ha despertado en ti se ha despertado en los otros. Sabiendo que las almas de este verde planeta aprendemos a golpes pero ya hemos cubierto el cupo del sufrimiento y ahora hemos escogido vivir con sabiduría y en paz.

Todo esto te lo recuerdo para que dejes a un lado el temor sobre tu futuro, nuestro futuro. Somos sabios y sabemos que habremos de adaptarnos a algunos cambios, pero somos capaces de hacerlo, estamos preparados por muchas vidas anteriores y tenemos mucho por lo que luchar. Nuestro planeta pedía ayuda a voces y, aunque a la fuerza, lo hemos ayudado a reponerse y a reciclarse. Ahora salgamos a pisar su tierra y su hierba renovados también nosotros, más conscientes, más respetuosos, más unidos los unos a los otros.

Que nada ni nadie nos influya para caer en las redes del miedo. Sólo si te dejas atrapar por él pierdes todas tus capacidades para equilibrar tu vida , y son muchas con las que cuentas. Según vayas avanzando en tu nivel de conciencia esas capacidades se van a ir ampliando para  dotarte de herramientas que te faciliten la vida: conocer tus vidas pasadas, tener atisbos de tu futuro, saber qué sienten determinadas personas hacia ti, conocer qué guías están a tu lado en cada momento, conectar y recibir mensajes de tus guías y de tu Yo Superior,... 

Mientras dura el encierro, procura meditar con imágenes de la naturaleza, siente el planeta, activa todos tus sentidos para que puedas oler la hierba fresca, el aire cálido del verano, la brisa del mar... Activa tus sentidos y trasládate a esos lugares que conoces y a los que volverás muy pronto.

Todo el trabajo que has realizado a lo largo de todas tus vidas ha sido para llegar hasta aquí y seguir avanzando. Por eso confía en que este no es el fin, es un nuevo comienzo .